Cuando dentro de un contexto de niños o adolescentes mencionamos la palabra bullying, todos sabemos de qué se trata. Lo que lamentablemente no sabemos es que esto no es algo nuevo bajo el sol. Lo único novedoso es llamar a las cosas por la palabra en inglés que quizás suene más cool, lo cierto es que traducida al español sería lisa y llanamente “acoso”. Y en inglés o en español, estamos hablando de la misma problemática.
El bullying o acoso es la agresión para ejercer poder sobre otra persona. Concretamente, los investigadores lo han definido como una serie de amenazas hostiles, físicas o verbales que se repiten, angustiando a la víctima y estableciendo un desequilibrio de poder entre ella y su acosador. Y esto existe desde que el mundo es mundo solo que ahora se ha hecho visible.
Si nos remitimos a la Historia, en la Edad Media, también se presentaban situaciones de acoso y maltrato en las escuelas y en los monasterios. Los estudiantes más fuertes y abusivos intimidaban a los más débiles y vulnerables, creando un ambiente de miedo y violencia. Si bien es difícil precisar quién fue el primer acosado de la historia, podemos identificar algunos casos de bullying que han sido registrados en la antigüedad, no todos claro porque por ese entonces era un mal que se padecía de puertas adentro y aunque hoy por hoy también suele ser difícil detectar ciertos casos, por suerte se ha empezado a tomar conciencia de la vulnerabilidad de los acosados y de la bajeza y la cobardía de los acosadores.
Pero tratemos de remontarnos en el tiempo. Uno de los primeros casos de acoso escolar documentados se remonta al siglo IV a.C. en la antigua Grecia, donde el filósofo Platón describió en su obra La República cómo los niños eran seleccionados y entrenados para ser guerreros, y cómo aquellos que no cumplían con los estándares eran ridiculizados y excluidos por sus compañeros. Este comportamiento se puede considerar una forma temprana de bullying.
Otro ejemplo temprano de acoso escolar se encuentra en la obra Vida de los Doce Césares del historiador romano Suetonio, quien describe cómo el emperador Tiberio se burlaba y humillaba a un joven noble llamado Tristán en presencia de otros jóvenes aristócratas.
En la Edad Media, el acoso y la intimidación se convirtieron en una forma de castigo común en las escuelas monásticas y catedralicias. Los estudiantes que no cumplían con las normas eran castigados públicamente, a menudo siendo azotados y obligados a llevar una campana alrededor del cuello para indicar su estatus de delincuentes.
El primer caso documentado de bullying ocurrió en el siglo XVIII en Reino Unido, donde un estudiante fue atacado y humillado por sus compañeros repetidamente.
Lamentablemente este es otro aspecto en el cual la raza humana al parecer no ha avanzado demasiado, ya que como sabemos, en la actualidad, el bullying se ha convertido en un problema global que afecta a niños, jóvenes y adultos en todo el mundo. A pesar de los esfuerzos por combatirlo, sigue siendo un problema difícil de erradicar. Probablemente la franja etaria de los niños y adolescentes sea la más vulnerable y por eso cuando escuchamos hablar de este tipo de abusos se nos ponen los pelos de punta.
Y aunque las escuelas son el lugar más propicio para este tipo de discriminaciones, el acoso se da en cualquier lugar y a cualquier edad, no respeta clases sociales ni dogmas ni creencias políticas, aparece donde menos lo esperamos: en un lugar de trabajo, en la intimidad de un hogar, etc.
El acoso simplemente es en realidad una cuestión de debilidad por parte de quienes lo ejercen. Por lo general siempre aparece un líder que con falsos poderes y con un escondido complejo de inferioridad, establece las pautas para determinar que alguien es diferente y por ende menos valioso. Ese juicio de valor se establece como unánime en el grupo y determina como consecuencia la discriminación, la premisa es: ese ser inferior debe ser excluido, aislado del resto de la manada. Ese ser distinto que al parecer vino a mostrarnos que el grupo no es heterogéneo. Ese “líder” determina que alguien es diferente y no merece ser aceptado por el resto. Y el resto, simplemente cobijado bajo la más cruel de las cobardías, acepta las reglas del juego. Ergo: aparece el acoso, bullying o mobbing como gusten llamarlo, ya que el bullying es el acoso escolar y al acoso laboral se lo conoce como mobbing, también existe el acoso cibernético que es el cyberbullying y existen otros tipos de acoso que no viene al caso puntuar ya que el acoso es acoso y una denominación en particular no minimiza sus consecuencias.
La mayoría de los casos se dan en temprana edad, en los primeros años de primaria y/o secundaria y es por lo general de uno o varios niños o niñas contra un infante más débil o indefenso que tiene que soportar maltratos de toda índole: abusos, golpizas, insultos, burlas. Pero como ya he acotado, contrariamente a lo que se supone, este no es un mal de nuestro siglo.
El premio Nobel de Literatura (1947) André Guide en Los monederos falsos, novela publicada en 1925, cuenta la historias de un niño pequeño tan acosado en su escuela, por sus compañeros de clases, que le hacían la vida miserable, que toma un revólver de su abuelo y dispara a su sien delante de todo el salón para probarles que no era cobarde, este caso real fue tomado de los periódicos parisinos del siglo pasado. Si de casos reales se trata basta con remitirnos a la primera novela de Mario Vargas Llosa: La ciudad y los perros, donde el peruano retrata su propia experiencia sobre el maltrato y el salvajismo durante sus dos años de estudio secundario en el Colegio Militar Leoncio Prado.
En 1954 El señor de las moscas, de William Golding tuvo un impacto brutal, la novela dibuja la sed de poder y dominación de unos niños de entre seis y doce años sobre otros.
El maestro del terror Stephen King tiene una amplia bibliografía sobre el tema. Basta citar algunas de sus obras más conocidas como: Carrie, su primera novela del año 1974. En los ochenta, King volvería a tratar el tema, matizado con otros, en sus novelas Christine, que como la anterior también llegaría a la pantalla grande, y ya en el siglo XXI: en la novela It, que se versionó en múltiples series de televisión y en dos películas.
No ha sido mi única intencionalidad hablar del acoso, sino más bien acercar una posible salida para que esto se detenga, para que acabe. Y una vez más siento que los libros pueden ser de gran ayuda, una herramienta eficaz y valiosa para concientizar a los jóvenes sobre el problema del bullying.
Para quienes lo sufren, para quienes lo ejercen, para quienes de costado vemos cómo se desarrolla este flagelo, allá va mis recomendaciones literarias sobre el tema.
Blue Jeans era un autor desconocido hasta que comenzó a publicar sus libros en las redes y ahora ha dejado de serlo. Es más bien el referente de muchos adolescentes que se sienten identificados con sus temáticas. La que hoy nos convoca es su novela La chica invisible. Aurora Ríos es invisible para casi todos. Los acontecimientos del pasado han hecho que se aísle del mundo y que apenas se relacione. A sus diecisiete años, no tiene amigos y está harta de que los habitantes de aquel pueblo hablen a su espalda. Hasta acá algo muy parecido a Carrie de Stephen King. Sin embargo, a diferencia del personaje de King, Aurora no toma revancha sino que aparece asesinada y de allí en más la trama se desarrolla alrededor del esclarecimiento de ese crimen y quien toma las riendas es una compañera de clase. Cabe acotar que Blue Jeans nos acerca un escenario más cercano a nuestros días y con el cual los adolescentes no pueden sino sentirse identificados.
Absolutamente única de Elena García, nos muestra que justamente las personas más inteligentes y sorprendentes son las víctimas de acoso. ¿Por temor? ¿Por envidia?
Esta historia seducirá a las adolescentes desde un costado romántico con un final inesperado.
Nando López es un novelista, dramaturgo y Doctor Cum Laude en Filología Hispánica. En 2010 fue finalista al Premio Nadal con La edad de la ira, un bestseller convertido en serie televisiva. La historia se acerca más a la ansiada venganza que cualquier lector espera cuando el acoso se hace insoportable. Conocemos a Marcos, un adolescente de clase media, que asesina a su padre y deja malherido a uno de sus cuatro hermanos.
Amigos, familiares, profesores, nadie se explica lo sucedido. Nadie pudo preverlo. Las imágenes del crimen acaparan los medios. La violencia adolescente se adueña de la trama con condimentos más que reconocibles en nuestro día a día: Bullying. Acoso cibernético. Ataques racistas. Trapicheos con drogas. Vídeos en YouTube con humillaciones a profesores. Docentes deprimidos. Fracaso escolar. Quienes son los culpables: ¿Los adolescentes? ¿Los profesores? ¿Los padres? ¿Hay en verdad culpables o todos somos víctimas? Una novela que te hace pensar, reflexionar y tomar partido.
Y no, no son cosas de niños de Carmen Cabestany, no es una novela sino una recopilación de testimonios que son el resultado de veinticinco años de docencia y de doce más en la directiva de la Asociación NACE. Es también un homenaje de su autora a todos los niños que han pasado por su vida.
Y como dijimos, el acoso no respeta edades, y es nuestra responsabilidad concientizarlos desde temprana edad, la participación de los mayores en ese proceso es fundamental por eso la lectura en familia de Mochilas de Marc Torrent Barceló puede ayudarte en el proceso.
Entre otras actividades, es posible leer con niños y adolescentes, investigar sobre los conceptos que intervienen en el conflicto, analizar los personajes, identificar los roles de acosador y acosado, empatizar con la víctima y debatir con ellos cada caso. No importa cómo lo encares, lo importante es aportar nuestro granito de arena a la enorme playa de quienes nos sentimos responsables de lo que sucede a nuestro alrededor y además hacemos algo para mejorarlo.
Profesora de escritura creativa y coordinadora de talleres literarios, editora y correctora literaria, reseñadora y crítica literaria.
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Libros en el artículo
- Absolutamente única – Elena Garcia
- La chica invisible – Blue Jeans
- La edad de la ira – Fernando J. Lopez
- Los monederos falsos – André Gide
- El señor de las moscas – William Golding
- La ciudad y los perros – Mario Vargas Llosa
- Carrie – Stephen King
Todos en Nuestra Librería Literaria