Por qué algunos no encuentran placer en la lectura? Es posible que hayan pasado varias cosas, por ejemplo: Algunas personas han odiado leer desde la infancia. Y puede ser comprensible. ¿Quién no recuerda ese libro que teníamos que leer obligatoriamente para el próximo examen? Por lo general era un libro decimonónico de los más recalcitrantes. A veces eran obligatorios según el programa de estudio, otras veces eran una elección errada de un profesor errado que no supo elegir una lectura acertada. Fomentar la lectura en los más jóvenes suele ser el primer desafío de un buen pedagogo y pobres de aquellos que no lo tuvieron. Sin embargo, puede que en algún momento hayas abrazado los libros y hasta hayas experimentado esa sensación agradable producida por la realización o recepción de algo que gusta o complace. “El placer”.
También es posible que estés en el rango de esas personas que en algún momento experimentaron ese placer pero que a lo largo de la vida, haya desaparecido. Y es muy probable porque la vida agitada de nuestro presente nos miente la falta de tiempo. Un consejo, no le creas: el tiempo siempre está. Quizás argumentes que las incontables actividades diarias nos remiten al cansancio y es inevitable, pero ¿Por qué buscamos descanso en diversiones huecas como la televisión o los videojuegos?, no confíes en el cansancio, si no estás cansado para mirar la tele tampoco lo estás para leer un libro. Los detractores de la lectura, aquellos que se niegan al placer encontraran mil y un excusas aún menos sostenibles que las anteriores, como por ejemplo: no me gusta leer, pero, ¿cómo puede saber que no le gusta si no lee? Cabe preguntarse.
No tengo ganas, dicen los más tercos, en fin, les respondo, tampoco tendrás ganas de madrugar al día siguiente y sin embargo deberás hacerlo. Y las excusas pueden prolongarse hasta el infinito. No dejes la lectura de este artículo, porque mis preguntas son otras: qué sucede si te cuento, y abre bien los ojos, qué sucede si te digo, qué sucede si pruebas y compruebas que “Leer es un placer”. Con probar no perdemos nada, ¿cierto?
Vamos avanzando despacito. Sí, lo sé, la lectura es como toda práctica, el primer paso cuesta, el segundo puede significar prolongar el esfuerzo, pero te aseguro que después de los primeros diez minutos te habrás olvidado el tiempo que no tienes y mágicamente aparece, de golpe ya no estarás tan cansado como creías y lo mejor de todo, si has dado con el libro indicado habrás olvidado la infinita lista de excusas y sabes ¿por qué?, porque habrás descubierto que leer de verdad es un placer. Y del placer al amor hay un espacio tan pequeño como el de una página a la otra…
Amar la lectura no es innato y odiarla no es inevitable, tendemos a decir que odiamos todo aquello que no conocemos, y eso solo se remedia: conociéndolo, en este caso: leyendo.
Para descubrir el gusto por la lectura, debes seguir ciertas reglas: abre la novela que hayas elegido durante un momento tranquilo, durante el cual puedes sumergirte en la historia sin ser interrumpido. Elije el medio adecuado: algunas personas tienen dificultades para leer en papel y prefieren un lector electrónico o viceversa. Y finalmente, asegúrate de haber elegido la novela correcta.
Casi puedo oír tu mente que en busca de una excusa más me está preguntando, ¿y cómo sé cuál es la novela correcta? Nadie lo sabe hasta que no la encuentra pero, y ahora pregunto yo, ¿cómo vas a encontrarla si no la buscas? Es casi como el huevo o la gallina ¿Verdad? Bien, pues no voy a claudicar ante ninguna de tus preguntas, sean capciosas o no. En cambio voy a tratar de orientarte para que la siguiente, la única pregunta que te plantees respecto a la lectura sea ¿Cuál será el próximo libro que voy a leer?
Primero y principal, no escuches a ese profesor aburrido de la secundaria y aléjate de los grandes clásicos de la literatura que a veces parecen interminables y cuyo vocabulario es demasiado anticuado, cualquiera llega a bostezar después del segundo párrafo. Por más profesor que fuera, yo te digo NO, no es por ahí por donde hay que empezar. Los clásicos son imprescindibles, me dirás, y es cierto pero dejalos para más tarde. Ahora lo que estamos buscando o descubriendo es que la lectura “es un placer”. En lugar de volver a El conde Lucanor o a El lazarillo de Tormes, (dos grandes clásicos que podrás leer más adelante) decántate por algo más moderno, una lectura más light para empezar, una historia contada con un vocabulario asequible. Por ejemplo, las historias con un personaje con el que nos identificamos son mucho más fáciles de leer que aquellas que están totalmente fuera de sintonía con nuestras vidas. Los thrillers, llenos de suspenso, son novelas a las que uno se aferra rápidamente y que se devoran sin ver pasar el tiempo. Y luego están los libros de sentirse bien, esas historias entrañables de las que salimos felices tras haber devorado página tras página.
Y a mí que me encantan las listas, así que te enumero algunas de esas historias que te devolverán o te harán descubrir el “placer de leer”.
Vamos a dejar de lado antes que nada cualquier prejuicio ya que lo que nos interesa es leer con placer. Así que empezaremos pues por los bestsellers que han sido siempre criticados como superficiales y vacíos de contenido y sin embargo, son atrapantes y motivan para seguir leyendo. Algunos se vuelven adictivos a tal punto que en dos o tres días se pueden leer libros de 700 páginas.
Empecemos sin embargo por uno más cortito Bajo la misma estrella de John Green y hasta es posible que hayas visto la película y entonces el ejercicio de comparar será un placer doble. Si descubres que el autor te ha gustado no dudes en ir por más, por ejemplo: Buscando a Alaska o Ciudades de papel pueden ser el clic que estabas necesitando.
Si no te he convencido con los más vendidos porque algunos son demasiado largos, lo comprendo, hay que empezar a caminar despacito. ¿Qué me dices de libros cortitos? Esos que se leen en una sola tarde. Bien, creo que he tocado un punto importante, tu ansiedad, no es nada ya sabrás que a la larga todo se domestica, incluso la ansiedad y llegará el día en que leer un mamotreto de 800 páginas no te haga salir corriendo. Pero por el momento inténtalo con Tombuctú de Paul Auster entrarás por la puerta chica (chica en cantidad de páginas nunca en calidad) al corpus narrativo de un genio de las letras. Si te animas puedes seguir con Brooklyn Follies y/o Sunset Park. Puede que Paul se convierta en tu fuente de placer y ya no quieras dejarlo.
Una buena propuesta son siempre los policiales. Un autor que no te dejará indiferente es Michel Bussi. Un avión sin ella fue la novela que lo catapultó a la fama, luego llegaron Mamá no dice la verdad, No lo olvides jamás y tantos otros. Y para que no blasfemes ante los clásicos y si de verdad te gustan los policiales, Agatha Christie es un buen principio,disfrutarás con Los diez negritos o Crimen en el Oriente Express y descubrirás porque la llaman la reina del policial.
Recuperar el placer o encontrarlo por primera vez no es algo sencillo, vaya uno a saber cuántas cosas negativas pasaron alrededor de los libros que te hicieron exclamar vade retro Satanás, lo entiendo, a mí me pasó más de una vez y una novela en particular me salvó de un periodo de inactividad lectora: Las batallas del desierto de José Emilio Pacheco, tan bella y cautivadora, tan nostálgica como inocente y desoladora. Esta historia me recordó lo que es conmoverse hasta las lágrimas entre las páginas de un libro, lo que es sentir impotencia y empatía por un personaje; me recordó el placer de caer de sueño y seguir leyendo sin tregua y sentir la tragedia inminente, ese vacío, al pasar las páginas y ver que quedan muy pocas. Redescubrí desde el mejor lugar: el corazón lo que es el “placer de leer”.
De lo contrario, si lo que buscas no es conmoverte ni llorar porque penas ya tenemos de sobra en el día a día, entonces lo que estás necesitando son historias divertidas y claro que yo también las necesité, por eso no dudo en recomendarte El abuelo que saltó por la ventana y se largó del escritor sueco Jonas Jonasson. Te aseguro que mientras la leía tuve que reprimirme más de una vez para que alrededor no pensaran que me había vuelto chiflada.
Sin excederte en el tiempo de lectura, porque como te venía diciendo lo mejor es empezar de a poquito, y si a la vez quieres estar a tono con la actualidad literaria, vamos por Amélie Nothomb con Antichrista o Estupor y temblores, son los que te puedo recomendar, claro que sobre gustos no hay dos iguales y lo mejor es que investigues en esta prolífica escritora que lanza un libro por año, de manera que si te enganchas hay para rato.
¿Eres de los que piensan que el amor es la excusa perfecta para el placer? Bien estamos en sintonía, por eso estoy segura de que Guillaume Musso hará que veas corazoncitos rosas a tu alrededor con: Central Park o con Qué sería yo sin ti. Y si además estás convencido/a de que París es la meca del amor no dejes de intentarlo con Nicolas Barreau, te aseguro que es como viajar a la ciudad luz, si hasta me pareció ver la Tour Eiffel por la ventana de mi cuarto. Paris es siempre una buena idea y La sonrisa de las mujeres, son mis preferidos.
Y recuerda que el tiempo no importa, puedes leer un libro por día, uno por semana o uno por mes, lo importante es “el placer”. No te obsesiones con elegir el mejor lugar ni el ambiente perfecto. Yo he podido leer en mi cuarto en el silencio de la noche y en la hora pico del subte en un andén atestado de gente y de ruidos. Donde estés y como estés, si puedes, lee.
Algo muy importante es que si un libro no te engancha, abandónalo. Es lo que más me cuesta pero se puede y conviene hacerlo. También es recomendable tener varios libros comenzados de diferentes estilos y temáticas, en la variedad reside el gusto y el placer también. No te olvides de compartir tus lecturas, con amigos, con parientes, con vecinos con quien esté dispuesto a escucharte, es posible que esa persona sea la que te recomiende la siguiente lectura.
Si eres un fan del gimnasio, no te olvides que la lectura se le perece. Tal como haríamos si decidiéramos comenzar a hacer ejercicio, retomar el hábito de la lectura comenzará idealmente con lecturas que se acomoden a nuestras necesidades. Si por el contrario eres como yo que con solo escuchar hablar de sentadillas o abdominales sale corriendo, piensa que leer es como vivir dos veces o tres o cuatro o…
Siempre hay un libro esperándote, no busques excusas y déjate llevar por el placer de leer.
Profesora de escritura creativa y coordinadora de talleres literarios, editora y correctora literaria, reseñadora y crítica literaria.
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Libros en el artículo
- Bajo la misma estrella – John Green
- Tombuctú – Paul Auster
- Un avión sin ella – Michel Bussi
- Diez negritos – Agatha Christie
- Las batallas del desierto – José Emilio Pacheco
- El abuelo que saltó por la ventana y se largó – Jonas Jonasson
- Antichrista – Amélie Nothomb
- Qué sería yo sin ti – Guillaume Musso
- La sonrisa de las mujeres – Nicolas Barreau