Admiradora de Borges, cuenta que durante un bloqueo creativo no podía leer ficción, excepto los cuentos de Borges, de hecho, su último libro, comienza con una frase del argentino y la figura del escritor atraviesa todo el libro.
En su juventud disfrutaba mucho leyendo obras de otros escritores latinoamericanos, como César Vallejo, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Manuel Puig y Ariel Dorfman. Entre sus últimas lecturas estuvieron dos argentinas: Samanta Schweblin y Mariana Enriquez con quienes comparte conceptos como la monstruosidad y el horror en sus obras, que podría ser la base para un análisis comparativo entre ellas, a pesar de su distancia geopolítica.
Parece extraño que alguien tan lejano a nuestra tierra tenga sin embargo fascinación con los autores de este vasto continente Americano.
Hablo de la surcoreana Han Kang, flamante ganadora del Nobel de Literatura 2024.
La Academia Sueca eligió a la autora de La vegetariana y La clase de griego “por su intensa prosa poética que confronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”.
Kang nació en 1970, en Gwangju, una ciudad marcada por la violencia. En su casa no había casi muebles ni objetos decorativos, pero estaba llena de libros. Ante tantas mudanzas y cambios, los libros fueron una especie de protección y refugio, confiesa.
“Gracias a los libros, a la lectura, no me sentí tan mal, no me sentí sola. Pasó el tiempo y esas lecturas continuaron a través de la escritura de una manera natural”.
Y es comprensible que el mundo de las letras atravesara su vida ya que su padre Han Seung-won es novelista y profesor de escritura creativa en la Universidad de Chosun, quien manifestó su sorpresa ante la noticia del Premio a su hija y dijo que en un principio creyó que era una equivocación.
Han Kang comenzó escribiendo poesía; Inició su carrera literaria en la poesía, con la publicación del poema El invierno de Seúl, de 1993, con 23 años. Sin embargo, decidió dedicarse más a la narrativa, pero sin perder la forma poética de su escritura, ella narra historias pero dándole más importancia al lenguaje que a lo que cuenta.
Su éxito mayor llegó con su novela, La vegetariana que cuenta la historia de una mujer ama de casa, que tras un sueño decide ser vegetariana. La novela fue un éxito y le dio su primer gran galardón, el International Booker Prize, en 2016. En la ocasión, obtuvo el voto unánime del jurado por su “estilo lírico y lacerado”. Además, en aquella oportunidad el jurado catalogó su estilo como “poderoso, original, compacto y exquisito”.
De apariencia frágil y con un evidente bajo perfil, se rebela contundente cuando se refiere al medio que utiliza para comunicarse, la herramienta que mejor sabe manejar: el lenguaje, acerca del cual ha dicho que:
“Es un medio único e importante, pero al mismo tiempo es lo que me hace sufrir. Porque es un medio imposible, se resbala fácilmente”.
Explora y explota los géneros literarios, y la elegante conjunción de prosa y poesía que encontramos en sus novelas le han valido el adjetivo (quizás excesivo) de “vanguardista”, no es la primera ni la única en utilizar esa fusión pero sin duda lo hace de manera majestuosa.
Su producción es vasta: El venado negro y Tus frías manos, todavía sin traducción en español. Después llegaron Vete ahora, el viento está soplando (hasta ahora sin traducción al español), La clase de griego, publicada en 2023, La vegetariana, Actos humanos y Viene el muchacho que por ahora tampoco está traducida.
Los años vividos suelen no significar mucho y en el caso de Han Kang con sus 53 años ostenta dos récords: se ha convertido en la ganadora más joven del Premio Nobel de Literatura de la historia y la primera asiática.
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