Ser buen lector

La lectura es una puerta a mundos desconocidos, un refugio para la imaginación y una fuente inagotable de conocimiento. Sin embargo, en la era de las distracciones digitales, encontrar tiempo y motivación para leer puede ser un desafío. Pero tengo una buena noticia: el hábito hace al monje.

No es una adivinanza, no se trata de un acertijo ni de un enigma y menos aún de una broma. En materia de lectura el hábito también hace al lector en este caso.
Y sí, se trata de generar hábitos, pero no los hábitos que visten a un monje sino los que te vestirán como lector. Entremos en detalle para que al terminar con este artículo afirmes conmigo: el hábito me hizo monje…ok, perdón, la frase será: el hábito me hizo una buena lectora, un buen lector.

1. Establece una Rutina de Lectura Diaria

Uno de los hábitos más efectivos para aumentar tu lectura es dedicar tiempo diario a esta actividad. Ya sea por la mañana antes de comenzar el día, durante el almuerzo o antes de dormir, establecer una rutina constante te ayudará a que la lectura se convierta en una parte natural de tu vida.

Comienza con períodos cortos de 10 a 15 minutos al día y aumenta gradualmente a medida que te sientas capaz de seguir adelante. Usa un recordatorio en tu teléfono o un calendario para asegurarte de que cumples con el tiempo establecido a fin de que no sientas que le estás quitando horas de tu día a la lectura. La clave es la calidad, no la cantidad y sobre todo tener bien en claro que leer no es restarle tiempo a nada, leer es un refugio para la imaginación y una fuente inagotable de conocimiento, un placer, y cuando el hábito se transforma en traje de gala leer se convierte en una necesidad.

2. Lleva un Libro Contigo a Todas Partes

Llevar un libro contigo o un ebook, en tu eReader o celular te permite aprovechar los momentos libres que pueden surgir a lo largo del día. Las esperas en la fila del supermercado o en los consultorios médicos, los viajes en transporte público o los descansos en el trabajo pueden convertirse en oportunidades perfectas para leer. Es mucho mejor que estar navegando por miles de imágenes en las redes sin sentido. Puedes incluso destinar un libro electrónico solo para cuando estás fuera de casa y tener uno físico sobre tu mesa de luz o viceversa.

3. Crea un Espacio de Lectura Agradable

Tener un lugar designado para la lectura puede mejorar significativamente tu concentración y disfrute. Un espacio cómodo y libre de distracciones te invita a sumergirte en un buen libro. Selecciona un rincón tranquilo en tu café preferido, en una linda plaza o en tu hogar, agrega una silla cómoda, una lámpara de buena iluminación si la necesitas y quizás una manta en el invierno. Lo mejor sería que ese espacio esté destinado únicamente a la lectura para asociarlo mentalmente con esta actividad. Haz de ese sitio un rincón donde quieras, donde anheles, donde necesites llegar cuando el estrés te aprisione.

4. Participa en Clubes de Lectura

Unirse a un club o a un grupo en una red de lectura puede motivarte a leer más al proporcionarte una comunidad con la que compartir y discutir tus lecturas. Además, las fechas límite para las reuniones o encuentros te animan a terminar los libros. Busca clubes de lectura locales en bibliotecas o librerías, o únete a comunidades de lectura en línea. Las plataformas digitales ofrecen grupos para todo tipo de intereses literarios, facilitando encontrar uno que se ajuste a tus gustos.

5. Varía los Géneros y Formatos

Diversificar tus lecturas puede mantener tu interés y evitar la monotonía. Alternar entre géneros, estilos y formatos enriquece tu experiencia y te expone a una mayor variedad de ideas y perspectivas. Haz una lista de libros de diferentes géneros que te gustaría explorar. Utiliza audiolibros para aprovechar momentos en los que leer no es práctico, como mientras haces ejercicio, mientras cocinas, etc.

6. Fija Metas de Lectura

Establecer metas de lectura puede proporcionarte un sentido de logro y mantenerte motivado. Las metas pueden ser diarias, semanales, mensuales, adaptándose a tu ritmo y preferencias. Yo me propongo leer 100 libros al año, por ejemplo, es un número que considero posible. Hasta ahora solo he llegado a unos 70 como máximo pero no dejo de intentarlo. Por eso es importante comiences con metas realistas y alcanzables a corto plazo. Por ejemplo, proponte leer un capítulo al día o terminar un libro al mes. Utiliza aplicaciones o cuadernos de seguimiento para registrar tu progreso y celebrar tus logros.

7. Minimiza las Distracciones

Las distracciones digitales son uno de los mayores obstáculos para la lectura. Minimizar estas interrupciones puede ayudarte a concentrarte mejor y disfrutar más de tus libros. Crea periodos libres de distracciones. Apaga las notificaciones del teléfono, cierra las redes y por supuesto apaga el televisor. Planteate lapsos de tiempo cada vez más extensos. Por ejemplo, comienza con diez minutos diarios y ve sumando tiempo a medida que te sientas cómodo. Intenta destinar un horario, el más cómodo para tu ritmo de vida que te permita correr a tu rincón y sumergirte en tu lectura.

Empieza hoy mismo a cultivar estos hábitos y descubre el inmenso placer y beneficio de leer más libros.
Con el transcurso de los días y meses ese momento dedicado a la lectura se hará imprescindible. Habrá llegado entonces el momento de decir que el hábito te ha vestido de lector.

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