Ser humanos

Guerras, corrupción, engaños, manipulación, poder político, miseria social. Es inevitable la pregunta ¿A dónde llegaremos como humanidad?

La respuesta es una y mil veces la misma: este no es el camino correcto. Pero inmediatamente aparece la siguiente pregunta ¿Cuál es el camino?
Lejos de tener una respuesta y menos aún “la” respuesta, se puede arriesgar alguna tibia hipótesis y la aún más tibia posible solución.

El problema es visible en las sociedades modernas aceleradas hasta la enajenación. Sálvese quien pueda, sálvese como se pueda y a costa de quien sea. La cuestión es estar arriba, lo más arriba posible, que todos nos conozcan, que nos vean, que nos envidien, ostentemos y si es posible cacareemos, pavoneémonos para que nos vean.
Vidrieras no falta. Los medios de comunicación cada vez más masivos, cada vez más numerosos, las redes sociales y todas las demás apps de comunicación, videos y muchos etcéteras, esas son las vidrieras que parecieran hacernos falta a todos, o al menos eso quieren hacernos creer.
Ya sea desde el espectáculo, desde el deporte (lamentablemente depreciado y mercantilizado) o desde la política, desde el periodismo, lo importante es parecer el más importante, el más bueno, el más hermoso/a, el más hábil, el más rico, lo importante es estar arriba de una pirámide cuya base ocupamos la mayoría de nosotros que miramos con la ñata contra el vidrio y que nunca llegaremos a ser el más en nada. Y estemos agradecidos porque ser el más en los aspectos antes detallados no nos lleva a ninguna parte o lo que es peor nos lleva al peor de los finales, y no todos queremos ser millonarios, famosos ni nada parecido. Muchos solo queremos vivir con tranquilidad, respeto y de forma digna.

Y ahora la pregunta retórica del día ¿Cómo ser un mejor ser humano? Solo se trata de valores, esa es la palabra mágica desde que el mundo es mundo. La pérdida de valores, la tergiversación de la verdad, la confusión, el escarnio y el manipuleo es lo que nos ha llevado a estar donde estamos a ser lo que somos, eso en lo que nos hemos convertido: Un simulacro de seres humanos.
La amistad, la tolerancia, el respeto y la paciencia son algunos de los valores que deben inculcarse desde pequeños tanto en el colegio como en casa. Más tarde un niño con valores claros podrá entender lo que es el honor, la decencia, la nobleza, la solidaridad y luego practicará esa palabrita tan de moda: la empatía.
Soy una convencida que la casa es la primera escuela donde un futuro hombre o una futura mujer deben diplomarse. Como padres tenemos la obligación de transmitirles valores, sin ellos se convertirán en ese tipo de adultos que están contaminando nuestra sociedad, nuestro hábitat y denigrando nuestra especie humana.

Cómo explicarles por ejemplo, en qué consiste el valor de la amistad, el respeto o la solidaridad. El libro “El lugar más bonito del mundo” de Ann Cameron, apto para mayores de 8 años, cuenta la historia del pequeño Juan que vive en Guatemala. Tras ser abandonado por su madre se irá a vivir con su abuela y tendrá que trabajar con ella para poder sobrevivir. Pero Juan está empeñado a aprender a leer.
Quizás lo más difícil de enseñarle a los más jóvenes es justamente que ellos son el valor más importante que puedan tener. El valor de ser uno mismo y no dejarse avasallar por los demás es quizás el primer peldaño en la educación de todo ser humano. En “Yo voy conmigo” Raquel Díaz Reguera cuenta la historia de una niña que le gusta un chico pero él no se fija en ella. Sus amigos le aconsejan que se quite las coletas, los anteojos, la sonrisa, las pecas o que no sea tan parlanchina y, finalmente, consigue que el niño se fije en ella a costa de cambiar parte de su personalidad y de su físico pero ¿A qué precio? Vamos a descubrirlo junto a aquellos que alcanzaron los 6 años en adelante, publico para el cual este libro está recomendado.

Pero sabemos que los chicos crecen y los valores no desaparecen, sino que nos guían a lo largo de toda la vida y se reflejan en nuestras acciones y decisiones, incluso integran nuestra lista de prioridades y colectivamente nos ayudan a avanzar como sociedad. Cuántos de estos valores le están faltando al ser humano, pero no desesperemos que aún podemos dar vuelta la rueda y hacerla girar en el sentido contrario al que en estos últimas décadas pareciera haber girado.
De la niñez pasamos a la adolescencia. Esa etapa tan controvertida, que no lo es solamente en los tiempos que corren, un adolescente siempre adoleció, es decir siempre que estamos frente a un adolescente estamos frente a un ser humano que padece. Ese joven ha dejado de ser un niño y ya no se lo mima como antes, por eso cree adolecer de cariño, no es un adulto pero tampoco un lactante por ende ya no necesita una atención constante y sin embargo padece por no tenerla. Por eso, en esa etapa de la vida, la formación del futuro adulto es tan importante como en la niñez, no tomar la responsabilidad como padres significará que siendo adulto ese ser humano continúe adoleciendo.

De más está decir que la lectura es poderosa y lo es para ayudar a conocer conceptos, para reflexionar, para saber que en otras épocas a otras personas les ha sucedido lo mismo que nos sucede siendo adolescentes. La lectura es fundamental como ejemplo para aprender valores como la amistad, la generosidad, la humildad, el amor, etc.
“27 latidos” de Rafael Salmerón es la historia de un joven de 18 años con cierta incertidumbre y un montón de interrogantes. Su vida no es fácil y tiene que sobrevivir vendiendo droga en su barrio. Las aventuras y conocimientos sobre la vida le harán descubrir factores como el rechazo, la vergüenza, el odio y la soledad. Pero también descubrirá los bonitos valores como la lealtad que le llevará a descubrir el concepto de la libertad y la esperanza.
Otro libro, “Ética para Amador” escrito por Fernando Savater, estimula el desarrollo de ciudadanos -librepensadores- y no de fabricar ciudadanos -bien pensantes-. Consta de 9 capítulos donde se abordan valores como la ética, la moral y la filosofía de la vida a través de la historia que se cuenta, que además, para que el libro no pareciera excesivamente académico, utiliza la figura de su hijo Amador en el título.
Y un libro que nunca debería faltar en ninguna biblioteca tanto para los jóvenes como para los adultos. Quien más quien menos conocea “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry. Este cuento narra la historia de un piloto que se encuentra perdido en el desierto del Sahara después de que su avión sufriera una avería. Aquí conocerá a un pequeño príncipe de otro planeta y aprenderá poco a poco a valorar las pequeñas cosas de la vida. A pesar de su carácter infantil, el libro posee profundas reflexiones filosóficas sobre la vida y la naturaleza humana. Ideal para leer en familia.

Y la mayoría de edad siempre llega. Es difícil darse cuenta cuándo uno ha comenzado a ser adulto. La vida cambia, las obligaciones nos limitan, la mirada se extiende más allá de nuestros propios límites, el contexto nos condiciona. Lo cierto es que siempre que hayamos vivido abrazando los valores fundamentales no hay duda de que seremos esos seres que además se han convertido en humanos.
De acuerdo a esa necesidad que muchas veces experimentamos como una sed de humanidad que el día a día parece negarnos, siempre volveremos a sentirnos protegidos, abrasados, cuando descubrimos una vez más que solo se trata de valores. Quizás por eso y porque necesitamos imperiosamente que esos valores no se pierdan es que tratamos de fomentarlos en los más jóvenes y de arraigarlos en nosotros mismos. Necesitamos que alguien más nos cuente que con esos valores mejoraremos nuestra vida y fundamentalmente la vida de los demás, la vida de la humanidad.
Por eso las lecturas que refuerzan esos valores suelen ser esas que al cerrar el libro nos han dejado un saborcito a dulce, una reminiscencia de nuestros ancestros cuando hablaban de: comprensión, bondad, honor, nobleza, honestidad, solidaridad y tantos otros.
Para nosotros, que en algún momento nos convertimos en adultos, reforzar esos valores también es fundamental para no perder las esperanzas de un mundo mejor, en este caso la lectura viene en nuestro auxilio.

Mil soles espléndidos”, de Khaled Hosseini, narra la historia de dos mujeres afganas de orígenes sociales distintos. La amistad y el vínculo que se crea entre ellas es tan fuerte como el de madre e hija. Este relato nos habla sobre la lealtad, la amistad y la confianza.
Intocable” de Philippe Pozzo di Borgo, es una historia basada en hechos reales, este libro narra la historia de un aristócrata tetrapléjico al que cuida un inmigrante con antecedentes penales. A través de la amistad que se establece entre los protagonistas, la historia nos habla sobre el racismo y la pobreza, a la vez que exalta valores como la superación, el positivismo y la amistad.
“Criadas y señoras” de Kathryn Stockett, cuenta la historia de Skeeter, una joven decidida a ser escritora, que cuando regresa a su ciudad, después de acabar sus estudios en la universidad, entrevista a las mujeres de color que se han pasado la vida sirviendo a las familias acomodadas de su barrio, lo que le hará conocer todo tipo de discriminaciones raciales. Esta historia trata valores como la valentía, el respeto, la interculturalidad, la amistad, la dignidad y la igualdad de género y la empatía que no conoce credos ni religiones y por supuesto está alejada del color de nuestra piel.
Para los pochocleros también están las adaptaciones de estos dos últimos libros al cine que resultan imperdibles.

Guerras, corrupción, engaños, manipulación, poder político, miseria social ¿Adónde llegaremos como humanidad? No me parece tan complicado hallar la respuesta. Si buceamos en nuestro interior, si dejamos de oír el griterío de afuera y nos concentramos en esa vocecita interior que nunca se equivoca, descubriremos que la solución está a la vuelta de nuestro corazón.

Empecemos por nosotros mismos y sembremos en el otro la certeza de que ese ser que somos además puede ser humano, ya que para ser un “Ser Humano” hay que ser humanos.

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Libros en el artículo

  • El lugar más bonito del mundo – Ann Cameron /Descarga gratuita
  • Ética para Amador – Fernando Savater
  • El principito – Antoine de Saint-Exupéry
  • Mil soles espléndidos – Khaled Hosseini
  • Intocable – Philippe Pozzo di Borgo
  • Criadas y señoras – Kathryn Stockett
  • Yo voy conmigo – Raquel Díaz Reguera /Descarga gratuita

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