¿Qué es la literatura?

Las preguntas sin respuesta suelen ser motivo de reflexión y en mi caso reflexionar y escribir son sinónimos. Hoy me encuentro frente a la hoja en blanco, con la misma necesidad de respuestas que me ha llevado a escribir tantas otras veces. El interrogante que me acecha es el que quizás ronde también tu mente, ahora o en algún momento: ¿qué es la literatura?

Pareciera una pregunta inocente, una cuestión aparentemente sencilla, pero a medida que intento encontrar una respuesta, voy entrando en un laberinto lleno de ramificaciones, como esas historias que uno comienza a leer y no puede abandonar hasta desentrañar cada uno de sus matices. Y finalmente pienso que la literatura es precisamente eso: una invitación a entrar en laberintos.
Y resulta que los laberintos no son sino más preguntas: ¿todo lo escrito es literatura? ¿Hay algún libro donde hallar respuestas? Y no es fácil porque busco libros accesibles, no grandes tratados sobre el tema y entonces, aunque lo pienso y lo re pienso, son tantos los ejemplos que se me ocurren que este laberinto ya parece el del Minotauro y por eso intentaré asir la punta del hilo de Ariadna que se perfila con el primer salvavidas que se me ocurre: Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino.

Esta obra es un juego literario en el que el lector es un personaje y la narración constantemente reflexiona sobre el acto de leer y escribir. A través de múltiples comienzos de historias Calvino explora la naturaleza de la literatura y subraya la importancia del lector en la construcción del significado. La novela comienza con el protagonista, «el Lector», preparándose para leer un libro, y su experiencia al hacerlo se convierte en el centro de la narración. Esto sugiere que la literatura no es solo el texto en sí, sino el acto de leer y cómo este interactúa con la imaginación y las expectativas del lector. Y de su mano entonces, ante la pregunta si ¿todo lo escrito es literatura? Deviene una posible respuesta: No todo lo que se escribe se considera literatura, aunque todo escrito tiene el potencial de serlo. Y luego de leer esta obra de Calvino no puedo menos que afirmar que ¡Eso es literatura! Literatura es todo aquello que se caracteriza por su calidad artística, su capacidad de provocar reflexión o emoción, y su estilo cuidado.
En resumen, Calvino no define la literatura de manera explícita, pero su obra nos invita a verla como un acto dinámico y multidimensional que implica al autor, al texto y al lector en una relación viva y cambiante.

Y como ya les dije, esto es un laberinto de preguntas y la siguiente no tarda en llegar: ¿Es el lector en definitiva quien convierte lo escrito en literatura?
Modestamente, creo que el lector juega un papel clave en la construcción del significado de un texto, pero no necesariamente convierte cualquier escrito en literatura. La literatura tiene ciertas características propias, como el uso del lenguaje con intención estética, la profundidad temática o el estilo particular de un autor. Sin embargo, la percepción del lector sí influye en qué textos son considerados literarios o valiosos en distintos contextos históricos y culturales.
Pensemos en El Quijote de Miguel de Cervantes. Este clásico fundacional de la literatura moderna fue visto en su época como una novela de entretenimiento y sátira.
Con el tiempo, los lectores y críticos lo elevaron al estatus de obra maestra de la literatura universal. Es decir fueron los sucesivos lectores quienes resemantizaron la obra y le otorgaron categoría de literatura y es El Quijote el libro que nos acerca una posible respuesta: La literatura es una fuerza capaz de transformar la realidad y la identidad de quien la consume. Entonces El Quijote también es literatura.

Otro libro que los sucesivos lectores concluyeron por incorporar a la categorización de literatura es Moby Dick de Herman Melville que cuando se publicó, tuvo un impacto menor y no fue considerada una gran obra. Fue el tiempo y la reinterpretación de lectores y críticos lo que la convirtió en un clásico literario. Moby Dick sigue dando que hablar a través de los siglos, y eso también es literatura.

Y sin quererlo el laberinto me atrapó y me acerco despacito a las posibles respuestas. Ahora bien, hay algún un libro, si es que existe ese libro, donde hallar la respuesta exacta. Veamos.

Soy una amante desaforada de la ficción y por eso me sumerjo en cientos de novelas, a veces busco esas que me acerquen la respuesta a la pregunta y hoy la pregunta nos interpela desde el comienzo de este artículo. ¿Qué es la literatura? Quizás influenciada por la lectura de Jorge Luis Borges y en general por su mirada sobre la literatura universal, a veces se me ocurre pensar que literatura es ese diálogo incesante que un autor establece con quienes lo precedieron o con aquellos que marcaron su trayectoria y entonces hago propia esa sensación. Leyendo El ancho mar de los Sargazos de Jean Rhys, concibo la posibilidad de contarle a Jane Eyre de Charlotte Brontë la historia de Bertha Mason, la esposa de Rochester, antes de ser encerrada en el ático.
Sumergida entre las páginas de Drácula, el no muerto escrito por Ian Holt y Dacre Stoker, puedo concebir la posibilidad de conocer qué pasó con los personajes de Bram Stoker, el bisabuelo de Dacre, luego de que cerrara la última página de su novela original Drácula. Esos libros sí que saben cómo hacernos entender, ¿qué es literatura?

Claro que en ciertas oportunidades me pongo en modo académica y entonces consulto a los que realmente saben y es así como he dado con joyitas de la literatura de todos los tiempos, por ejemplo: ¿Qué es la literatura? de Jean-Paul Sartre, un ensayo fundamental donde Sartre analiza la literatura como un acto de compromiso con la realidad y la sociedad. Para él, escribir es un acto de libertad que implica responsabilidad, o El pez en el agua de Mario Vargas Llosa que explora y nos presenta la literatura como una necesidad humana que nos permite escapar de la realidad y al mismo tiempo comprenderla mejor.

Para algunos, la literatura es solo un conjunto de palabras ordenadas en frases, párrafos, páginas. Me gustaría, aclarar a esta altura, que artículos como este no entrarían dentro de la definición de literatura, que abre sus puertas a géneros como la ficción, la poesía, el teatro, los ensayos académicos, etc.

Ahora bien, si miramos más de cerca, esas puertas no son ni más ni menos que una invitación a descubrir, a conocer, a compartir universos paralelos, las palabras son el vehículo que nos transportará hacia atrás o hacia adelante en el tiempo, hacia arriba o hacia abajo o hacia los costados en el espacio. Me gusta pensar que las palabras son la nave y que si confiamos en esa maquinaria, si nos entregamos sin más, tarde o temprano nos toparemos con esos espejos donde hallaremos reflejos de lo que somos, lo que fuimos, o incluso lo que podríamos ser. En ese sentido, la literatura es algo más que un simple arte de organizar palabras, es un portal hacia lo desconocido, un puente entre mundos que no siempre entendemos, pero que necesitamos explorar.

La literatura es como la vida misma, me he cansado de repetirlo y vuelvo sobre la frasecita, porque en realidad si nos mantenemos en esa analogía: ¿Qué es la vida?, nadie podrá explicártelo, hay que vivirla. Ergo, ¿qué es la literatura?, nadie podrá explicártelo, solo tú podrás saberlo. ¿Cómo?: Leyendo.