Descripción
Flora Tristán y Paul Gauguin arrojaron su inconformismo a la faz de un siglo que les contestó con su desprecio. Pero, qué sería de nosotros si ya no supiéramos soñar lo que no existe. Qué sería del mundo sin el impulso de todos los anhelos incumplidos, sin el esfuerzo baldío de los que se sintieron generosos, sin el contagio tardío de las promesas del iluminado. En qué clase de infierno viviríamos si ya no hubiera nadie capaz de entrever los paraísos que juegan al escondite por las esquinas del universo.
“La literatura es el reino de la imaginación, de la fantasía, de la mentira. Dijo alguna vez Vargas Llosa. La Historia es el reino de la verdad. Añadió. Pero las novelas, pueden llegar donde no llega la Historia. Cubrir esos huecos con la imaginación y la fantasía.”
El escritor reivindicó con pasión la fuerza persuasiva de los textos literarios. “El texto histórico explica lo que ha ocurrido fuera de él, y el literario, lo que ha ocurrido dentro de él”.