Descripción
La centralidad de Franz Kafka en el canon literario del siglo XX y la alargadísima sombra que proyecta en la posteridad tienen muchas explicaciones. Quizá él mejor que nadie supo diagnosticar los traumas de la época que le tocó vivir y se atrevió a lanzar una mirada a los horrores por venir. Sus visiones alienadas, paranoicas y pesadillescas, sus infernales laberintos burocráticos (y su sinsentido racional) daban forma a una nueva clase de soledad y de indefensión, inequívocamente modernas. El desamparo metafísico, la anulación del individuo bajo el peso del Estado, paralizado en una maraña de leyes y designios opacos, incomprensibles, en las redes de un poder anónimo, difuso y siempre omnipresente, irrebasable… todo ello expresaba a la perfección no sólo el sombrío advenimiento de las sociedades totalitarias, sino el carácter esencial de nuestro tiempo. En este sentido, «El castillo» no puede dejar de ser una novela completamente kafkiana, absorbente y desconcertante.