Descripción
Un día el estudiante Raskólnikov llego a la conclusión de que un piojo «inútil y dañino» como la vieja usurera no merecía vivir y que el hombre superior y clarividente, situado por encima del bien y del mal tenía derecho a aplastarla. Pero tras caer el hacha, surgieron las interrogaciones. Con este tema y un aluvión de personajes y materiales policíacos folletinescos, filosóficos y hasta bíblicos, construyó Dostoievsky una apasionante y opresiva novela sinfónica en cuatro movimientos —tentación, caída, castigo y arrepentimiento—, cuya influencia llegaría hasta la filosofía nietzscheana. Por algo dijo Nietzsche que Dostoievski era el único que le había enseñado algo en psicología.