Descripción
Agosto de 1880. La canícula y la polvorienta neblina desdibujan los contornos de la ciudad fronteriza de Warlock, un lugar huérfano de ley donde el robo, las reyertas y el crimen están a la orden del día. El puesto de ayudante del sheriff pesa como una maldición sobre quien se atreve a ocuparlo; pocos tienen el valor de intervenir en las trifulcas entre mineros borrachos y fulleros, ni de enfrentarse a la banda de cuatreros liderada por Abe McQuown. Pero un nuevo pistolero ha llegado a la ciudad. Armado con sus Colt Frontiers de oro, Clay Blaisedell acepta el reto de ser el nuevo comisario. Con él, y cual sombra funesta llegará Tom Morgan, un jugador sin escrúpulos. Pero tal vez el temple y los revólveres de Blaisedell no sean suficientes para implantar el orden en una ciudad que devora a un hombre cada mañana.